Siembra de terror – Libres y sin control

Sin ser matemático ni científico cualquiera puede atar cabos, triangular y observar los pasos de esta secta castrochavista que decidió, a raíz de sus complejos de pobreza, que fueron alimentando un gran resentimiento, capitalizado por el traidor mayor, hoy felizmente difunto quien manipuló a las masas con promesas de igualdad social y obtuvo el poder hace 23 años para secuestrarlo y heredárselo a este atajo de indeseables que ampliaron y multiplicaron el plan de entreguismo, traición y miseria de nuestra patria.

Es una serie de hechos, acciones, alianzas, sociedades con las que día a día desmantelan un país. Aquellas órdenes de su fallecido líder están ya desestimadas, ya el grito de guerra es «destrucción o nada», «drogas para todo el mundo» y en eso viven, buscando fortalecer la más grande red criminal del mundo. Financian a diestra y siniestra a quien tenga el perfil de ellos, que sea delincuente, que haya estado preso, quien tenga un currículum de fracasado e ineficiente. Su último éxito y que les rendirá mucho provecho: el país vecino, tienen el mandado hecho.

Así pues estos sátrapas, los que usurpan el gobierno venezolano, están de plácemes por el gran avance alcanzado por Colombia, con su nuevo récord histórico de narcocultivo con unas 204.000 hectáreas de hojas de coca, según informe anual de la ONU divulgado el pasado 20 de octubre.

El mayor productor de la cocaína en el mundo, reporta un incremento del 43 % en el área sembrada con coca en el país, pasando de 143.000 hectáreas en el año 2020 a 204.000 al año 2021 señaló la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito.

La cifra es la más alta registrada por la ONU en toda su historia. Récord de narcos.

A la par con los narcocultivos creció la fabricación de droga que sale desde Colombia, principalmente hacia Estados Unidos y Europa. De 1.010 toneladas de cocaína pasó a producir 1.400, Colombia sigue siendo por lejos el mayor productor mundial de cocaína y Estados Unidos su principal mercado.

Sin embargo me llama poderosamente la atención ver los sitios o ubicación geográfica de Colombia donde creció esa gran producción y uno de los grandes crecimientos, fue nada más y nada menos en el Catatumbo zona limítrofe con Venezuela y allí se produce casi el 50 % de dichas estadísticas. Con esto confirmamos que a Nicolás Maduro y a Diosdado Cabello nunca les ha importado la destrucción de la producción petrolera y la quiebra del aparato productivo del país, porque se sienten seguros protegiendo a la narcoguerrilla para que a su vez impulsen la

producción y procesamiento de drogas a gran escala . Por ello hemos podido ver ya grandes laboratorios en importantes estados del país con la guerrilla colombiana como operadores y protegidos por el gobierno.

Me cuestiono desde la cárcel del exilio: ¿habrá quien tenga dudas de que Venezuela es un narcoestado?. ¿Saldrán estos narcoterrorista del poder con un proceso electoral, sabiendo que los harían presos y extraditados a los EE.UU?

Recuerden también que nuestros aliados por la libertad están debilitados y complacientes, solo queda nuestra fuerza, nuestro trabajo enfrentándolos así sea en el más recóndito rincón donde estemos. Quedará en la conciencia de cada venezolano el respectivo análisis, mi compromiso y foco mientras viva será enfrentarlos sin pausa, con lo único que me queda, LA PLUMA Y LA PALABRA.

José Gregorio Briceño Torrealba.