Torturas, hacinamiento y desatención médica: diputado Casella expuso condiciones de reclusión de militares presos políticos

El vicepresidente de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad del legítimo Parlamento, Franco Casella, expuso este martes las condiciones inhumanas a las que son sometidos los militares que están detenidos por razones políticas y alertó sobre el crítico estado de salud en el cual se encuentra la mayoría.

“Dentro de los calabozos de la Dgcim, Helicoide, Sebin, Ramo Verde, hay cientos de presos políticos padeciendo enfermedades graves y no se les permite atención. Muchas de esas patologías son causadas por los tratos crueles. Viven un infierno dentro de otro infierno. Las víctimas se niegan a ser un dato más dentro de una terrible estadística contemplada en los informes de la ONU”, expresó el parlamentario por Voluntad Popular durante la sesión de la Comisión Delegada.

Casella recordó el caso del general de división de la Guardia Nacional, Pedro Naranjo Suárez, quien en días recientes fue obligado a regresar a los calabozos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), “contrariando la recomendación de sus médicos, quienes le diagnosticaron un tumor cerebral y toda una serie de patologías graves. Esta privación representa otra violación a sus derechos humanos”.

El parlamentario elevó su voz por los generales Raúl Isaías Baduel, Rodríguez Torres, Blanco Mora, Hernández Da Costa, también por sargentos, tenientes y capitanes como Ángelo Heredia y Juan Caguaripano; por los coroneles, mayores y comandantes como Marín Chaparro. “Merecen que elevemos la voz por ellos, su familia, su estado de salud. Es urgente que sean atendidos y evaluados, merecen medidas humanitarias que les permitan salvar sus vidas, recuperar la salud y regresar a sus casas para abrazar a sus hijos”, expresó.

La voz de los familiares 

Loredana Hernández, hija del general de brigada Héctor Hernández Da Costa, pidió que a su padre y demás presos políticos se les concedan medidas humanitarias por el grave estado de salud que enfrentan. Detalló que su progenitor está detenido en los sótanos de la DGCIM y padece pérdida de visión, prostatitis tipo dos, una válvula en el corazón, sufre de arritmia cardíaca, es diabético y sufre pie diabético. “Tiene medidas cautelares por la OEA, así como medida de liberación por parte de la ONU. Tomen en cuenta el caso de mi papá antes de que sea muy tarde, su vida está en riesgo. Solicito a la mesa de México tomar medidas humanitarias por los presos políticos del país”.

Por su parte, la doctora Kenny Molina, esposa de Javier Tarazona (Fundaredes), recordó que el defensor de derechos humanos es hipertenso, hiperinsulínico y padece una arritmia cardiaca delicada, además tiene problemas de hemorroides grado dos.

Molly de la Sotta, hermana del capitán de Navío Luis de la Sotta, detenido desde hace tres años y cuatro meses bajo la custodia de la Dgcim, explicó que el caso de su hermano es el número 13 del informe de la Misión Independiente sobre la Determinación de los Hechos de 2020. “Esta misión estableció que en su caso había habido desaparición forzada de corto plazo y arbitraria, torturas y tratos crueles e inhumanos y solicitó su liberación. A pesar de eso, mi hermano está confinado en una celda, sin luz solar, le impiden atención médica, tiene restricción de visitas de abogados y familiares y no le permiten realizar actividades religiosas, deportivas y recreativas”.