miércoles, abril 12, 2023
Venezolanos al día

Caraqueños quemaron la corrupción enchufada personificada en ‘Judas El Aissami Padrino Meléndez de Maduro’

Líderes vecinales de La Candelaria y de varias zonas de Caracas realizaron como todos los años una creativa e impactante…


Líderes vecinales de La Candelaria y de varias zonas de Caracas realizaron como todos los años una creativa e impactante quema de Judas, en esta ocasión desde la emblemática esquina de Tracabordo frente al mural dedicado a asesinados por la tiranía incineraron a la corrupción enchufada, que personificaron en un monigote de cuatro cabezas con los rostros del dictador venezolano Nicolás Maduro, el exministro de petróleo Tareck El Aissami, Vladimir Padrino actual ministro de la Defensa y la alcaldesa de Libertador Carmen Meléndez. Asimismo, en la protesta el muñeco también ejemplifica a los colectivos armados quienes generan terror fomentando invasiones en toda la ciudad.

Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente Norte de Caracas, señaló cómo a través de esta centenaria tradición, los pueblos expresan su rabia y dolor ante la traición de sus gobernantes, siendo Venezuela un escenario donde una dictadura subyuga a sus ciudadanos sin reparo. “Por eso sin miedo en pleno centro de la ciudad echamos candela a un muñecote de varias cabezas denominado Judas El Aissami Padrino Meléndez de Maduro, ya que esos rostros simbolizan la corrupción enchufada”, dijo.

Rojas explicó que, aunque el chavismo lo tenga escondido y solo pongan presos a sus amigotes, el ex ministro de petróleo Tareck El Aissami, es el personaje detrás del más reciente desfalco a PDVSA el cual alcanza más de 20 mil millones de dólares según cifras oficiales. “Tampoco podía faltar el rostro del dictador Nicolás Maduro, quien con 10 años en el poder nos ha sometido a las peores torturas, incluyendo una brutal represión con centenares de asesinados sólo por protestar e incluso a una hambruna brutal condenándonos a sueldos miserables mientras él vive como todo un rey”.

El luchador social expresó que en este creativo Judas, es completado con las cara del ministro de la Defensa Vladimir Padrino, el cual es el mayor pilar para, mantener a la dictadura en el poder, pero a la par se ha hecho millonario con mega guisos en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) mientras sus soldados sólo comen lentejas. “El personaje final es la alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, quien repite en la nominación, luego que el pasado año eliminará los símbolos históricos de Caracas sustituyéndolos por insignias comunistas de brujería, pero además ha sido cómplice por omisión de colectivos armados generando terror en la capital a través de masivas invasiones a propiedades privadas”, afirmó.

Testamento de Judas El Aissami Padrino Meléndez de Maduro

En mi abandonada Caracas, yo, Judas El Aissami Padrino Meléndez de Maduro, al desprecio eterno de los caraqueños, confieso haber traicionado la confianza del pueblo que me eligió y sin reparo ponerlo a sufrir una hambruna, represión y destrucción de su historia todo a causa de mi corrupción y ambición desmedida. Por estos y otros graves haberes en la vida me toca la obligación de escribir este testamento, porque si fuera por mí no le dejaría nada a nadie.

Las treinta monedas de plata, o mejor dicho, los al menos 20 mil millones de dólares robados, los cuales me dieron para entregar al maestro, los voy a donar a los miles de enfermos, especialmente bebés, quienes murieron de megua, sin medicinas o de hambre. La soga, con la que puse fin a mis andanzas de traidor, se la dejo a los ciudadanos quienes, mientras yo me baño en piscinas en Dubái con mis Muñecas del Petróleo, ellos deben buscar la comida en la basura, y si protestan, como buen dictador les aplicó brutal represión.

A los caraqueños en mi año y pico de gestión les dejó unos símbolos municipales chavistoides con una estrella roja comunista incluida y una pirámide dedicada a los brujos, los cuales me llevaron y mantienen en el poder, intentando borrar el glorioso león y demás iconos históricos de Caracas. También les regalo las invasiones aupadas por colectivos que violan el derecho a la propiedad privada. Sin olvidar las montañas de basura que intentó tapar con adornos ridículos, sólo con el objetivo de hacerme millonario a punta de corrupción.

No dejaré de lado en estas cortas líneas, donar las miles de condecoraciones militares que me hacen parecer el propio arbolito de navidad, las cuales gané por apoyar la tiranía y hacer guisos en las Fuerzas Armadas a la par que pongo a los pobres soldados a comer puras lentejas. Tampoco olvido en mi legado la falta de agua y los masivos apagones eléctricos que llegaron para quedarse a Caracas, ya que quería que todas las personas vivieran en mi misma oscuridad.

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