Diputado Aponte sobre devaluación del bolívar: Salario y pensiones perdieron 70 % de su valor

Ricardo Aponte, diputado del legítimo Parlamento por Voluntad Popular, alertó este martes que el salario de los venezolanos, que se ubica en 130 bolívares mensuales, perdió 70 % de su valor con la subida acelerada del dólar.

“El bolívar registró la semana pasada una nueva devaluación de aproximadamente 20 % frente al dólar, cuyo precio se ha visto incrementado de una forma acelerada, tanto en el mercado oficial como en el paralelo, que superó a fines de la semana pasada la barrera de los 14 y 18 bs, respectivamente”, detalló el parlamentario durante la sesión de la Comisión Delegada.

Aponte explicó que el precio de la divisa oficial pasó de 11,69 a 14,12 bolívares la semana pasada, según los reportes del BCV. Mientras que, en el mercado paralelo, que es la tasa con la que se realizan la mayoría de las transacciones, pasó de 13,78 a 18,26 bolívares. “Las consecuencias de esta nueva escalada y asalto al bolsillo de los venezolanos no se hicieron esperar. El salario mínimo y las pensiones, fijados en 130 bolívares mensuales, han perdido 70 % de su valor. En marzo, el salario mínimo era de 29,68 dólares y hoy es de 9,20 dólares con tendencia clara a que siga cayendo”, lamentó.

Sostuvo que la situación responde a una inexistente política económica. “Aún con el incremento reciente de los precios del petróleo, nuestro país es presa fácil de los desequilibrios cambiarios. El régimen ha intentado contener el tipo de cambio, tratando de controlar la demanda de dólares, disminuyendo la emisión de bolívares, sobre todo restringiendo el crédito interno para que no circulen bolívares que inmediatamente buscan convertirse en divisas”, apuntó.

Aponte indicó que el régimen se verá obligado a emitir bolívares para el pago de los trabajadores del sector público, lo que traerá como consecuencia una nueva subida del precio del dólar. “Los grandes y dominados opinadores del régimen inmediatamente saldrán a decir que todo esto es un plan especulativo y que es culpa de las páginas marcadoras del dólar, pero eso ni ellos mismos se lo creen. Mientras tanto el pueblo ve cómo se esfuman sus esperanzas de pasar unas navidades medianamente decentes, al ver cómo en sus bolsillos desaparecen esos papelillos que alguna vez constituyeron la moneda más fuerte de América Latina”.