Entre la Fe y la Esperanza

La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero. (Voltaire)

Es común escuchar que los llanos son tierras de cuentos, mitos y leyendas, tanto, que se acerca a una verdad de Perogrullo, esa es una cara de la moneda asimilada folklóricamente, en la otra cara, la realidad supera lo que muchos llaman ficción, para referirse a nuestros cuentos, mitos y leyendas. Hay historias de la vida real, en este caso del llano barinés, que Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa hubiesen querido ver salir de su tintero, por lo pasmoso que resultan las actuaciones dolosas de personajes de carne hueso en una trama urdida sigilosa, cínica y codiciosamente. Pudiesen ustedes pensar que exagero, pero no, más bien estoy siendo comedido porque hablaré de damas, más bien de individuas, dicho así, despectivamente, por tratarse de delincuentes convictas y confesas.

Don José Manuel Moreno Febres, llegado de otros lares, sembró sus afectos en tierra barinesa y se ocupó de que la heredad dejada a su prole no sólo alcanzara para todos sus hijos sino que fuese abundante, algo propio de su generoso corazón. Dos fincas, ambas de gran extensión, con incontables cabezas de ganado, tierras productivas, además de cuantiosa producción lechera, formaban parte de esa heredad, a la que furtivamente dos de sus hijas, Zoraina y Yuraima, medias hermanas ellas, que coinciden en el segundo nombre, Josefina, cual elemento de coexistencia en el dolo que las llevó a incurrir en un acto simulado de cesión de derechos, en el cual el ánimo e intención de ellas no fue otro que contradecir la voluntad del padre desde antes que éste falleciera.

El 12 de diciembre de 2019 muere Don José Manuel Moreno Febres, con anterioridad había presentado ciertos quebrantos de salud, propios de su edad, por ello, Zoraina Josefina Moreno Guerrero y Yuraima Josefina Moreno Garrido se preocuparon, no por la salud del padre, sino por la formidable herencia, y sin perder tiempo, sin reparo alguno, sumaron a su propósito de echarle mano a la misma a sus hermanos Juan José y Luis Augusto Moreno Guerrero, éste último hoy difunto, en detrimento de los derechos sucesorales de Nancy Josefina y Gladys Beatriz Moreno Guerrero.

Nancy y Gladys, al momento de querer que se efectuará la Declaración Sucesoral, es decir, el trámite que realizan familiares de fallecidos, en este caso, sobre el reconocimiento de propiedades y bienes que pertenecían al difunto padre ante el Seniat, un acto obligatorio para poder disponer de esas propiedades, se encontraron con un entuerto judicial que hasta el día de hoy no han podido enmendar en virtud de la insana administración de justicia que ha convalidado las argucias legales de Zoraina y Yuraima, siendo la gran operadora de este atropello judicial la ex magistrada Marjorie Calderón, de la mano de su esposo, a quien mientan El Chino.

¿Argucias legales de Zoraina y Yuraima? Asi es. Nancy y Gladys se encontraron que en los años 2015 y 2018 ellas adquirieron la cualidad de propietarias de las dos fincas de su difunto padre, siendo así, no había Declaración Sucesoral que hacer. Fue lo que dijeron y sostienen al día de hoy, Zoraina y Yuraima. ¿Qué alegan en su favor? Supuestamente, el padre, Don José Manuel Moreno Febres, el 19 de diciembre de 2007, les otorgó, a las dos, un poder de administración y disposición de sus bienes y propiedades, el cual fue autenticado en la circunscripción judicial del estado Carabobo, ni siquiera en Barinas, donde el difunto tenía su domicilio.

El 18 de mayo de 2015, con ese poder, Zoraina Josefina Moreno Guerrero se cede y traspasa, a ella misma, de manera pura y simple, perfecta e irrevocable, la Finca Isla La Pradera. Casi tres años más tarde, cuando malestares de salud aquejaban a Don José Manuel, Yuraima Josefina Moreno Garrido imitó a Zoraima, se cede y traspasa, a ella misma, por supuesto, de manera pura y simple, perfecta e irrevocable, la Finca La Esmeralda. El reclamo de Nancy Josefina y Gladys Beatriz Moreno Guerrero sólo ha encontrado de parte de Yuraima y Zoraima actos de disposición igual de dolosos que los empleados para hacerse con la propiedad de ambas fincas, por cuanto devienen de actos simulados de cesión de derechos.

Veamos las argucias, sucintamente, a título ilustrativo y como prefacio de nuevas entregas en las cuales abordaré aspectos meramente jurídicos de este caso.

El poder de administración y disposición que supuestamente Don José Manuel Moreno Febres les otorgó tanto a Zoraima Josefina Moreno Guerrero como a Yuraima Josefina Moreno Garrido, autenticado en Valencia, estado Carabobo, en fecha 19 de diciembre de 2007, fue objeto de una experticia documental ordenada por el Ministerio Público, y las conclusiones a las que arribaron expertos de la División de Criminalística, Área Documentológica, evidencian que las firmas y las huellas dactilares del otorgante o del mandatario del poder no coinciden con las suyas, es decir, falsificaron la firma de él y pusieron huellas que igualmente no eran de él, por tanto, Don José Manuel no les cedió en vida derecho alguno, por simple lógica, la cesión y traspaso que se hicieron a sí mismas estas medio hermanas están viciadas de nulidad absoluta.

Nulidad absoluta de los contratos de cesión efectuados por Zoraima Josefina Moreno Guerrero y Yuraima Josefina Moreno Garrido, infectados de vicios de nulidad que atentan contra el orden público, la seguridad jurídica y poder fedatario, es lo que piden Nancy Josefina Moreno Guerrero y Gladys Beatriz Moreno Guerrero, asistidas por los abogados Héctor Manuel Márquez, Antonio José Lozada Batista y el buen amigo Jameiro José Aranguren Piñuela, que en próximas entregas nos explicará la estrategia jurídica emprendida ante el Tribunal Tercero de Primera Instancia Agraria y el Tribunal Superior Cuarto Agrario de la Circunscripción Judicial Del Estado Barinas. Todo se mueve en la buena voluntad del ser supremo, la justicia divina va hacerse cumplir en este caso emblemático barinés y está entre La Fe y La Esperanza…