Se nos fue Hilarión
La sociedad está dividida en dos grandes clases: la de los que tienen más comida que apetito y la de los que tienen más apetito que comida. (Chamfort)
La sociedad está dividida en dos grandes clases: la de los que tienen más comida que apetito y la de los que tienen más apetito que comida. (Chamfort)
Todo en la vida tienen un inicio y un fin, nosotros los seres humanos no somos la excepción. Tan natural como la vida es la muerte pues a todos nos llegara en algún momento dormir el sueño eterno. A veces es difícil de aceptar que uno de nuestros seres queridos ya no nos acompañara más, que no volveremos a disfrutar de estar con él o ella, que no volveremos a escuchar su voz. ¿Qué le puedo decir a una persona que acaba de perder a un familiar o a un amigo? Cuando un amigo se va, del cantante Alberto Cortez, canción que evoco pensando en un gran amigo, como lo fue el ex preso político Hilarión Yovera. Un incansable trabajador, conductor de gandolas, que se paseó por todas las autopistas y carreteras venezolanas. Se nos fue a sus 80 años el día jueves 20 de mayo del 2021 a las 11:00 AM, tras luchar varios días con el virus del Covid-19 en la ciudad de San Felipe, estado Yaracuy.
A quien se pueda preguntar: ¿quién es Hilarión para calificarlo de preso político? Le refrescaré la memoria, este señor fue víctima de un falso positivo por ser simpatizante de un candidato a Alcalde de San Felipe, el empresario yaracuyano Kamel Salame, quien el domingo 23 de noviembre de 2008 se propuso impugnar el resultado electoral que lo despojó del triunfo que obtuvo ese día. ¡Qué casualidad! Cinco días después, el viernes 28, aproximadamente a las 7:30 p.m., supuestamente localizan una gandola robada en las instalaciones de una de las empresas de Salame donde se realizaba una Feria Navideña desde comienzos de ese mes, allí se encontraba Hilarión en labores de almacenamiento.
Los policías a cargo del orden y seguridad en esas instalaciones, en virtud del evento que tenía una gran concurrencia, fueron movidos del lugar y es cuando aparece otra comisión policial con el cuento de la gandola robada, resultando detenidos siete trabajadores cuya presencia era del todo justificada, Hilarión entre ellos, a quien se le dictó medida privativa de libertad el 1 de diciembre de 2008, por la presunta comisión de los delitos de Aprovechamiento de cosas provenientes del delito, Aprovechamiento de vehículo automotor proveniente del delito de hurto o robo y Asociación para delinquir, comenzando un calvario judicial porque se inventa una historia fantasiosa de que Kamel Salame era un narcotraficante, presunción que el mismo TSJ echó por tierra en noviembre de 2014.
Hilarión fue a parar a la cárcel, sin ni siquiera la posibilidad de defenderse, pues en casi siete años que pasó tras las rejas nunca le realizaron juicio. Peor aún, cumplió 70 años de edad y siguió preso, la jueza Mary Carmen Amarista simplemente decía que no habían variado las circunstancias del caso, siendo únicamente válida para ella la edad con la que entró a prisión. Así las cosas, sin juicio e impedido de un beneficio procesal en razón de su avanzada de edad, pasó dos años más, o sea, lo excarcelaron a los 72 años de edad ante la presión ejercida en todas las instancias judiciales del país, esfuerzo que realicé junto a José Luis Centeno para “poner fin a las arbitrariedades con las cuales mantienen preso a un ciudadano mayor de 70 años de edad”, como indicamos expresamente hasta en instancias internacionales, vale decir el Grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias, adscrito a la Oficina del Alto comisionado para los derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, con sede Ginebra, Suiza, hasta allí me llegué y el esfuerzo dio sus frutos.
Por los atropellos cometidos en la persona de Hilarión denunciamos a varios jueces del estado Aragua, de primera y segunda instancia, ante la Inspectoría General de Tribunales
Hilario se murió casi trece años después que iniciaron la causa penal iniciada en su contra y en su caso nunca determinaron culpabilidad o inocencia, haciéndolo un caso, como el de todo preso político, de dilaciones judiciales indebidas, arbitrariedades y abuso de poder, un bochornoso abuso de poder que obligaba a este anciano a presentarse cada ocho días por ante el Circuito Judicial Penal del estado Aragua a sabiendas que vivía en Yaracuy, sin tomar en consideración su precaria situación económica, de salud y mucho menos las carencias y limitaciones de transporte derivadas tanto de la falta de combustible como de la emergencia sanitaria motivada por la pandemia del Covid. En el caso de Hilarión la intransigencia fue la nota distintiva de la jueza Mary Carmen Amarista, que con el mayor cinismo al verlo llegar cojeando a las pocas audiencias fallidas que realizó, lo amenazaba con revocarle la libertad condicional “si se le ocurre dejar de presentarse”.
En medio de este escenario del todo adverso, gracias a las presiones ejercidas, un 28 marzo 2014, luego de seis años, tres meses, 26 días y 13 horas preso sin juicio, Hilarion Yovera, fue el primero de los siete trabajadores de Kamel Salame en salir en libertad, después de la defensa ejercida por mi persona, con el acompañamiento de José Luis Centeno, batallando contra todo tipo de irregularidades procesales en instancias judiciales nacionales como la DEM y la Inspectoría General de Tribunales que a la fecha no han emitido pronunciamiento alguno a las enjundiosas acciones presentadas, no así las instancias internacionales, cuyos pronunciamientos sirvieron en gran medida para ejercer mayor presión a los efectos de lograr que torcieran el brazo en la guillotina judicial de Venezuela, que es como llaman al circuito judicial penal del estado Aragua.
Y como todo cae por su propio peso, un 13 de Julio del 2018 la jueza Quinto en el estado Aragua, abogada Mary Carmen Amarista Herrera, fue captura en el momento en que intentó cobrar 7.000 dólares para resolver un caso que llevaba en su despacho, la víctima, un acusado de origen árabe vinculado también al entonces Gobernador de Aragua Tarek El Aisami, le montaron un peine y cayó como una vulgar delincuente, “una guisera judicial”, como dijo una de sus tías, indignada por el comportamiento nada ético que esta jueces tenía para gente indefensa como Hilarión mientras complacía a otros recordando aquel viejo adagio: “por la plata baila el momo”.
Pareciera una novela pero en realidad es la pura verdad que sufrió Hilarión preso y ruleteado por varias cárceles del país. Memorable su saludo: “manito, manito, cónchale manito… usted me tiene olvidado”, como me dijo aquel jueves 28 de marzo en la mañana sin saber que en la tarde lo excarcelarían, porque el más que salir en libertad estuvo sujeto hasta el último día a una medida restrictiva de libertad, es decir, hasta su último suspiro estuvo preso, sin embargo, nunca dejó de cantar canciones de Roberto Ledesma: dónde estás corazón. Termino diciendo para todos aquellos que lo conocimos: Se nos fue Hilarión…
Cualquier información o sugerencia por [email protected] [email protected] [email protected] o bien por mí teléfono 0414-071-6704 y además pueden leer esta columna en mí página Web: https://robertveraz4.webnode.es/ y sigan mis comentarios y opiniones por @robertveraz en twitter e Instagram. Pueden ver mis videos en YouTube: Tips de @robertveraz. ¡Hasta la próxima semana, Dios bendiga a Venezuela!
Comments