Califican de insólito que el liderazgo político haga silencio ante casos de sacerdotes pederastas en Venezuela
El reportaje The Washington Post escrito por la periodista donde se detalla una ola de abusos sexuales de curas hacia…
El reportaje The Washington Post escrito por la periodista donde se detalla una ola de abusos sexuales de curas hacia niños y como la propia Iglesia Católica encubrió los casos ha desatado consternación en la opinión pública venezolana, pero según la organización Venezuela Gente Excelente el silencio de la mayoría de líderes políticos ante este escabrosos tema es por lo menos censurable y amoral. Aseguran que este silencio de las instituciones constituye un agravante ciudadano inexplicable dándose una omisión de complicidad.
Simón González, coordinador general de Venezuela Gente Excelente, calificó de insólito que el liderazgo político haya hecho silencio frente al oprobioso comportamiento de los sacerdotes católicos venezolanos acusados de pederasta, siendo exculpados por la justicia pero mucho peor varios volvieron a los púlpitos a ejercer el sacerdocio.
“La inmensa mayoría de los directivos de las distintas instituciones del país se han hecho la vista gorda ante este hecho repudiable que amenaza la moral republicana, exponiendo a la infancia venezolana al desafuero pasional y delictual de quien debe ser ejemplo para nuestros niños”, aseguró.
González señaló que hacer el mal en nombre del bien constituye un elemento agravante el cual eleva la pena desde el punto de vista jurídico, y hacer silencio de parte de clase política oficialista u opositora constituye una omisión de complicidad.
“Será que tienen temor de rechazar a los curas desviados por considerarlo un ataque a la iglesia o no se sienten con fuerza moral para señalar tal abominación. O qué sé yo cuál otra razón está privando para justificar este inexplicable silencio”
El también abogado y experto en materias de salud, resaltó que la respuesta que dio la Conferencia Episcopal Venezolana en voz del monseñor Mario Moronta donde indica que los porcentajes de este delito son más bajos en la iglesia cuando se compara con los otros entes, cuando en realidad desconocen las estadísticas de este fenómeno aberrante porque los organismos correspondientes al estudio y publicación de tales hechos están como el resto de los servicios del país, muy mal.
“En este caso no existen datos, así que no manifestó la fuente de tal aseveración, pero en caso de ser cierto, suena como a excusa indecente, el problema no es de números estadísticos es de sancionar un delito que no tiene beneficios en nuestra legislación”, indicó.
“Observamos una vez más la impunidad que derrumba las bases del sistema de justicia de los Venezolanos”.
Concluyó afirmando que Venezuela y el mundo necesitan un liderazgo tanto eclesiástico como político asuman su responsabilidad de mantenerse de parte de lo correcto aunque los cielos se desplomen. “Hubiese sido mejor una declaración aceptando los hechos, pedir el perdón y sancionar a los incriminados para restablecer el orden moral, activados por una Venezuela mejor. Siendo el cambio tarea de todos, solicito al creador luz y fuerza para detener el crecimiento amoral que nos amenaza”.
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